Una de Médicos

En la última semana he tenido que hacerme varias pruebas médicas. Lo bueno es que al ser parte de un pre-operatorio, te las programan todas para el mismo día, eso sí, ese día no paras.

Antes de nada, por si acaso alguien se ha preocupado: "¡no lloréis, no lloréis!, ¡me voy a casar con ella!", bueno, no os preocupéis por eso y porque: "mala hierba nunca muere".

En fin, que mi super día de hospitales fue así:

07.00 h: me despierto después de haberme acostado a las 05.00 h (insomnio, no juerga)

08.00 h: aparco el coche casi más lejos del hospital que mi propia casa (no he desayunado, tengo hambre)

08.30 h: hora de la cita para la placa de tórax, misteriosamente somos cuatro los citados a esa hora.

09.20 h: por fin me avisan por megafonía "ardilla voladora, puerta 3". Entro por dicha puerta, que da a una sala de 1x1 en la que sólo hay na silla (más que nada porque con esas dimensiones ya está "a tope de mobiliario").

Entra un enfermero con mucha pluma, que es muy agradable pero que habla a gritos:

- ¡¡¡UY!!!, ¡TÚ ERES MUY JOVENCILLA!, ¡¿QUÉ EDAD TIENES?!
- 26
- ¡¿NO ,ME DIGAS?!, ¡TE ECHABA 16 COMO MUCHO!
- ... (¿me echabas 16 qué?, porque "años" dudo que sea)
- ¡DESNÚDATE DE CINTURA PARA ARRIBA Y PONTE UNA BATA!


9.30 h: consigo salir de la habitación 1x1 con la bata más o menos colocada. Realmente no sé para que te hacen ponértela si es transparente, así que te colocas delante de la máquina con los brazos cruzados para mantener la poca dignidad que te queda.


9.35 h: de nuevo él:


- ¡EY!, ¡SE ESTÁ CALENTANDO LA MÁQUINA!
- ... (¿otra vez tú?, ¿no trabaja nadie más en este hospital?)
- ¡YO BAILO SALSA, ¿SABES?!, ¡¿TÚ SABES BAILAR?!
- La verdad es que no.
- ¡MIRA, ES MUY FÁCIL!, ¡DAME LA MANO!
- ... (¡¿en serio?!)


9.45 h: después de diez minutos seguimos bailando, se me ha abierto la bata, así que es una especie de baile "canicas al viento".


10.05 h: por fin fuera, tengo hambre pero no puedo comer porque me tienen que sacar sangre.


10.20 h: el enfermero que me saca sangre me pide el brazo que uso menos "por si algo sale mal" (jaja), y se queja todo el rato de su jornada laboral.


10.40 h: ¡BOCADILLOOOOO!, ¡SÍÍÍÍÍ!, he estado a punto de caerme al suelo de hambre. Comentario de papá Ardilla: "madre mía, pensaba que le ibas a dar un beso al camarero" (tooo majo, ¿eh?, lo que hay que aguantar después de 12 horas sin comer).

11.30 h: cita para el electrocardiograma, una señora de la edad de mi abuela me recibe al ritmo de: "¡desnuda de cintura para arriba, rapidito!" (me hubiese salido mejor, venir en topless).

11.45 h: salgo de la prueba con el cuerpo lleno de lunares, cual traje de gitana, producto de los chupones que te pegan para controlarte el ritmo cardíaco. (Nota mental: no usar la expresión "tío, parece que tengo el cuerpo lleno de pezones" con tu propio padre).


12.30 h: prueba con el anestesista que se limita a rellenar un formulario mientras me hace preguntas:


- ¿Fumas?
- No (marca en el cuestionario "NO")
- ¿Te drogas?
- No (marca "NO")
- ¿Bebes?
- Pues una cervecilla cada dos semanas como mucho  (marca "HABITUALMENTE")

¡¡¡¿¿¿HABITUALMENTE???!!!

- ¿Haces deporte?
- Dos o tres veces por semana (marca "EN OCASIONES")


¡¡¡¿¿¿EN OCASIONES???!!!


- Tienes uno de los corazones más lentos que he visto en un pre-operatorio (pues sí, contra el rumor popular, tengo corazón).
- ¿Y eso es malo?
- No... venga, ya puedes irte.
- Ah... emm... vale... gracias.


13.45 h: Llego a casa super toqueteada y con las tetas a lunares aún.


Definitivamente hay días en los que es mejor no levantarse :S.