Siempre me había preguntado porqué media España es opositora y ahora lo entiendo, no he sentido tantas emociones desde aquel descenso de riesgo en el que se me cayó el remo.
El viernes por la tarde, para no salir el sábado toda agobiada, me planto en casa de mi amiga en Sevilla para pasar allí la noche y llegar temprano a buscar el sitio del examen. Consciente como era de que iba a suspender, le digo a mi amiga: "pues nos vamos de cervezas" (gran idea, maja, a las 4 de la mañana cogía la cama).
A la mañana siguiente Sevilla parecía Venecia, eso no eran calles, eran ríos. A punto estuvimos de pillar el hidro pedal para ir, en vez del coche. Miles de personas en caravana, por las aceras, miles de paraguas... agobiante.
Por cierto, las próximas opos en Sevilla deben de ser las de Policía Local, porque en todo ese caos, no había ni uno solo.
La cita era a las 10 de la mañana, por lo que todos habíamos decidido meternos en pleno centro a las 9, ¡gran idea con la que estaba cayendo!. Hasta las 10.15h no abrieron las puertas de la facultad, cuando ya más que opositores, éramos esponjas humanas.
Por cierto, un detallazo que justo antes del examen hubiesen repartidores de publicidad de 4 academias de oposiciones diferentes: "¡prepárate con nosotros!", y te dan los papeles diciendo: "¡para la próxima!"... ¡¿cómo?!, ¡¿para la próxima QUÉ?!, ¡¿eh?!, ¡GILIPOLLAS!
En fin... buscas tu aula y empiezan a pasar lista; después de 15 minutos: "¡Ardilla Vola Dora!", y nadie te deja pasar hasta la puerta, pero vamos a ver, ¡que no reparten nada, un poquito de por favor!. Cuando por fin llego a la puerta escucho de boca de una rubia monísima: "soy Ardilla Vola Dora"... ¿cómo?, total, que no soy original ni en el nombre.
Ya estoy sentada y me doy cuenta de que en una clase de 86 personas, casi 70 somos mujeres, uhm, si es que somos muy listas :p.
Por cierto, si veis a una que habla mucho y muy rápido, con cara de preocupada (hay una en todas las oposiciones), ¡NO LA ESCUCHÉIS!, ¡DISPARADLE, PERO NO LA ESCUCHÉIS!. Pero claro, a mí nadie me había advertido de esto, y lo hice:
Opositora coñazo: ¡Qué fuerte!, ¡qué fuerte!, ¡va a ser super difícil!
Yo: ....(mirada de "¿es a mí?")
Opositora coñazo: ¿Sabes cuántas plazas hay?
Yo: Ehm.... no
Opositora coñazo: Hay 240 plazas, ¿sabes cuántos nos examinamos hoy sólo en Andalucía?
Yo: (de nuevo)Ehm... no
Opositora coñazo gritando: ¡16500 personas!, ¡qué fuerte!, ¿no te parece fuerte?
Yo: (de nuevo)... Ehm... no
Luego me llaman borde pero es que ésta me estaba provocando.
Continuará...
El viernes por la tarde, para no salir el sábado toda agobiada, me planto en casa de mi amiga en Sevilla para pasar allí la noche y llegar temprano a buscar el sitio del examen. Consciente como era de que iba a suspender, le digo a mi amiga: "pues nos vamos de cervezas" (gran idea, maja, a las 4 de la mañana cogía la cama).
A la mañana siguiente Sevilla parecía Venecia, eso no eran calles, eran ríos. A punto estuvimos de pillar el hidro pedal para ir, en vez del coche. Miles de personas en caravana, por las aceras, miles de paraguas... agobiante.
Por cierto, las próximas opos en Sevilla deben de ser las de Policía Local, porque en todo ese caos, no había ni uno solo.
La cita era a las 10 de la mañana, por lo que todos habíamos decidido meternos en pleno centro a las 9, ¡gran idea con la que estaba cayendo!. Hasta las 10.15h no abrieron las puertas de la facultad, cuando ya más que opositores, éramos esponjas humanas.
Por cierto, un detallazo que justo antes del examen hubiesen repartidores de publicidad de 4 academias de oposiciones diferentes: "¡prepárate con nosotros!", y te dan los papeles diciendo: "¡para la próxima!"... ¡¿cómo?!, ¡¿para la próxima QUÉ?!, ¡¿eh?!, ¡GILIPOLLAS!
En fin... buscas tu aula y empiezan a pasar lista; después de 15 minutos: "¡Ardilla Vola Dora!", y nadie te deja pasar hasta la puerta, pero vamos a ver, ¡que no reparten nada, un poquito de por favor!. Cuando por fin llego a la puerta escucho de boca de una rubia monísima: "soy Ardilla Vola Dora"... ¿cómo?, total, que no soy original ni en el nombre.
Ya estoy sentada y me doy cuenta de que en una clase de 86 personas, casi 70 somos mujeres, uhm, si es que somos muy listas :p.
Por cierto, si veis a una que habla mucho y muy rápido, con cara de preocupada (hay una en todas las oposiciones), ¡NO LA ESCUCHÉIS!, ¡DISPARADLE, PERO NO LA ESCUCHÉIS!. Pero claro, a mí nadie me había advertido de esto, y lo hice:
Opositora coñazo: ¡Qué fuerte!, ¡qué fuerte!, ¡va a ser super difícil!
Yo: ....(mirada de "¿es a mí?")
Opositora coñazo: ¿Sabes cuántas plazas hay?
Yo: Ehm.... no
Opositora coñazo: Hay 240 plazas, ¿sabes cuántos nos examinamos hoy sólo en Andalucía?
Yo: (de nuevo)Ehm... no
Opositora coñazo gritando: ¡16500 personas!, ¡qué fuerte!, ¿no te parece fuerte?
Yo: (de nuevo)... Ehm... no
Luego me llaman borde pero es que ésta me estaba provocando.
Continuará...
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