sábado, 29 de enero de 2011

Reloj Biológico

Tranquilos, que no me voy a poner profunda, ni nada por el estilo, pero es que leyendo un antiguo post del Blog A, me ha dado por pensar en que yo quiero una madre así. No es que me queje de la que tengo, porque la adoro y yo por mi madre ¡MA-TO!. He estado pensando en que hay distintos tipos de madre (sí, últimamente me ha dado por las listas):

1) La "madre-hija": las reconocerás porque son las que llevan a su lado a una adolescente tapándose la cara con las manos, el pelo, una carpeta, un contenedor de basura... lo que pillen con tal de que no se las relacione con la señora que llevan pegada:

- ¡¿Pero qué haces tapándote, Jennifer?!
- ¡Joder, mamá, no digas mi nombre!

Suelen cantar y/o bailar con la música de ambiente de las tiendas, "pedirle prestado" o robarle la ropa a su prole y usar frases más propias de Leticia Sabater que de una madre (APUNTE: escribir post sobre las posibles consecuencias insubsanables de ser hijo/a de Leticia Sabater).

2) Otro de los tipos de madre que habitan en el ecosistema en el que vivo es la "madre-portera" o madre que todo lo casca.
- Ays, a mi Mónica le ha venido ya la regla.
- Hay que ver, que mala  suerte que a mi niña se le pegaran los bichillos esos por culpa de aquel macarra.
- A mi Lourdes le han quedao' cuatro, pero es que le tienen manía.

Estas son algunas de las frases con las que tu madre deleitará a las vecinas aburridas... un delirio, vamos.

3) La "madre-preocupada", la que da igual lo que hagas, siempre está de los nervios. Si sales porque sales, si no sales porque se te va a poner cara de televisor, si tienes novio porque estás malgastando tu vida tan joven y si no lo tienes porque se te va a pasar el arroz.

Estas  madres funcionan por brotes, según la zona, el clima o LA COMIDA. Para estas madres siempre comes poco y te estás quedando en los huesos:

- ¡Mamá pero si peso 120 kg!
- Pero eso es porque eres de hueso ancho.

¿Hueso ancho?, si alguien sabe lo que es, que me lo explique, por favor.

Existen más clases de madre: obsesionadas con la limpieza; con parecer más jóvenes que sus hijas (pobre Chabeli); con hacerlo todo con sus retoños... y cada día son más porque la interacción entre los diferentes tipos provoca mutaciones insospechadas y temibles.

¿Alguien reconoce a su madre?, ¿alguien se reconoce?...

Post abierto, se admiten nuevos tipos.

jueves, 27 de enero de 2011

Cosas Que Aguantamos Aunque No Le Interesan A Nadie

No sé si es porque tengo un día "atravesado" pero me he dado cuenta de que cada vez hay más comportamientos ajenos que me molestan. Propongo un post abierto y que cada cual vaya agregando lo que le parezca bien. Por poner algunos ejemplos:

1) Descripción completa y detallada del fin de semana como respuesta a la pregunta (por educación) del lunes: "¿qué  tal el finde?". Vamos a ver, no te he preguntado "¿qué has hecho?", "¿dónde has estado?", "¿con quién?", ni "¿en qué circunstancias?". Así que la respuesta es "bien, gracias" o, en un alarde de originalidad extremo: "¡corto!" (nótese la ironía con lo de la originalidad).

2) Nombres, profesiones y/o anécdotas de personas que te acaban de presentar dentro de un grupo de más de ... (inserte aquí el número deseado)... personas. En mi caso, son 2 personas. En cuanto hay 3, mi cerebro se niega a almacenar información inútil. Así que no necesito  nombres, aunque se agradecen rasgos corporales o vestimentas originales, para facilitar la identificación como: "el de amarillo", "la tetona", "el de las gafas de los 80" o "la del pelo fucsia". Tampoco profesiones, a no ser que sean astronautas o cowboys, que no sé por qué  pero me llaman mucho la atención (¿efecto Toy Story?, espero que no).

3) El tamaño, la frecuencia o la fetidez de las deposiciones de cada uno, es eso, DE CADA UNO. Por Dios, sobre todo los hombres (y las mujeres mayores que comen mucha fibra), resistid las ansias de comentarlo. No es algo de lo que vacilar, al fin y al cabo, no es mérito vuestro y, además, lo hace todo el mundo.

4) Las antologías, es decir, calcetín en la boca para todo aquel (o aquella) que a la pregunta: "¿qué colonia/champú/coche/ginecólogo/marca de papel higiénico... usas?", responda con un: "pues mira, antes usaba....(tal) pero luego me cambié a... (cual) y ahora uso... (por fin lo que he preguntado)". Para quienes no entiendan mi queja, "USAS" es presente, así que lo que hicieses antes, no me interesa.

5) Para informáticos y técnicos en general: a la pregunta "¿por cuanto me va a salir todo?", se responde con una cifra, no con explicaciones del tipo: "bueno, es que hay que picar la pared...", "hombre, tengo que cambiar la placa base..." o similares.

6) Para músicos o cantantes: no cantéis/toquéis un instrumento si no os lo piden expresamente. Aún así, si no podéis resistir la tentación de mostrar vuestras cualidades artísticas, por favor, no empecéis desde el principio porque en vez de un RE os ha sonado un MI. A los profanos en esas lides no nos importa, de hecho, no nos hemos dado cuenta, sólo queremos que terminéis.

7) Para dependient@s: sé que estamos en crisis y pasas mucho rato solo/a pero, por favor, déjame, no te conozco y no quiero hablar del tiempo. Apunte importante para las dependientas de las tiendas de ropa: vale que todas tenemos lo mismo, pero tías, a la próxima que entre mientras estoy en bolas, la abro en canal.

8) A los jefes: directamente no habléis, cobráis más y trabajáis menos, no somos amigos, así que tu vida me interesa lo mismo que la de Dragó.

En fin, sólo hay algunos... ¿sugerencias?

martes, 25 de enero de 2011

Reestableciendo Prioridades

Últimamente he tenido esto de escribir un poco abandonado, aunque en realidad he estado escribiendo bastante, pero publicar un post sobre la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881 no creo que atrajese muchos comentarios. En fin, que este fin de semana por fin pasaron las últimas oposiciones a las que me presentaba.

Consciente como era de que la plaza no era para mí, no para ninguno de los que estaban a mi alrededor (a veces creo firmemente que la ignorancia se contagia por compartir el mismo espacio físico), me dediqué a esperar que pasase el día 23. Estas oposiciones fueron mala idea desde el principio (NOTA MENTAL: lo que estudie tu pareja, que lo estudie sola). Ahora ya no tengo que volver a ver SUS apuntes ni SUS notas cariñosas en los márgenes... ¡por fin empieza el 2011 para mí!. Y hablando de eso y como lo prometido es deuda... os presento a mi nueva obsesión (dedicada especialmente a la Buscadora de Utopías):

 

















Además de a "Nothing Else Matters", el "Romance Anónimo" y "Entre Dos Aguas", he estado dedicando tiempo a conocer gente, alguna de lo más variopinta, sobre todo a una persona en especial: R. Absolutamente perfecta en todo lo que hace, mayor que yo y muchísimo más lista, segura de sí misma, muy educada y completamente consciente de todas sus cualidades. El único fallo: se considera un regalo que debe ser comparido. ¡Peligro!

En cuanto a D, se sique paseando aún por mis sueños inconscientes, por mis pensamientos conscientes y de cuando en cuando por mi "bandeja de entrada".

Prometo volver a escribir algo que tenga más sentido que esto. Y os dejo con la conversación más absurda de la semana pasada (o yo soy muy tonta y no me entero de nada, o mis amigas están locas):

J - Mónica viene a verme este fin de semana
Yo - Bueno, pues me alegro de que con ésta te vayan las cosas bien
J - ¡QUE TE JODAN!, ¡TÚ TIENES LA CULPA DE TODO!, ¡si hubieses hecho lo que debías, cuando debías, yo ahora no sería tan feliz!
Yo - Ehm... ¿entonces lo hice bien o mal?...

jueves, 20 de enero de 2011

Momento Decisivo


Tenía que llegar, aunque sinceramente no lo esperaba ni tan pronto ni tan frío. Ha venido de la nada, no le convencen mis argumentos relativos a una tontería y desemboca en: “¿qué opinas de tú, yo y las demás?”.

¡HORROR!, no quiero tener esta conversación, no quiero pensar.

- Tus demás y las mías, claro...

No sabe que por mi parte no hay “demás”, no buscaba a nadie pero llegó ella… no hay “demás”, ni las quiero, lo suyo fue un accidente… uno bueno, si es que los hay.

Le digo que prefiero saber las cosas si es que pasan, pero no entiende que deba explicarme nada (eso es que hay algo que explicar). Sé que echa de menos a su ex, quiero saber si pasa algo cuanto antes para huir sin que duela mucho… se calla… me pongo nerviosa…

¿Control de daños? todo va bien, de momento.

- …había más gente en mi vida cuando tú llegaste, y una de ellas volvió a aparecer ayer.

¿Control de daños? estoy inquieta, no quiero hablar de esto.

- …no sabía de ella desde Nochevieja.

¿Nochevieja?, un flash recorre mi mente, yo le decía: “desde que nos vimos la última vez, yo no he estado con nadie más?... ella calló… ¿o no calló?... ¡¿por qué no recuerdo aquella conversación?!

Desconecto por un momento, ¿qué está pasando?, de pronto es como si me hablase en otro idioma. No sé qué pretende, pienso lo peor y pregunto… sí, quiere compartir el fin de semana con las dos. Esto es demasiado, me retiro, me gusta pero no puedo con más drama, dos personas son suficientes para generar un infierno sin la “ayuda” de un tercero.

¿Control de daños?... tocada.

Dice que no tendré que presenciar escenas que no me gusten, que la otra ya no le interesa, pero no me fío de mi rival, ahora que sé que es una larga relación recurrente y no un simple rollo.

¡Tiempo muerto!, no puedo más, tengo un mal día y no necesito esto, tengo que pensar. Mi cabeza trabaja a un ritmo extraño, es como tratar de correr dentro del agua en la playa.

Dudo mil veces, escribo y borro, escribo y borro.

- …ok, puedo tomar café, ¿hay más… “complicaciones”?
- Sí, tres importantes y otras sin importancia (no ha hablado nunca, pero parece que hoy quiere soltarlo todo).

¿Control de daños?...muy tocada.

Una de ellas es de su ciudad, ¡genial!, siempre es bueno tener polvo-amigas a mano. Siente que les debe algo a todas, o eso dice… me suena a la excusa barata que le suelta el adúltero a la amante, ya he estado ahí antes… No tengo derecho a enfadarme, soy consciente, y no lo estoy, ahora agradezco los litros y litros de anestesia en vena que  me generó mi última “relación”.

No sé si me cuenta todo esto porque tiene intención de centrarse “por mi culpa” (pues me hace saber que abandonar la golfería le da pena) o porque quiere que me una a su harem de forma ocasional. Le pregunto…

Me dice que no sabe lo que quiere, no sabe si quiere estar conmigo (¿se refiere a una relación seria?)… en realidad creo que no sabe ni donde tiene la cara.

¿Control de daños?... K.O. técnico.

Me pregunta qué quiero yo, respuesta sencilla, que repito casi cada día porque aparentemente hablamos idiomas diferentes… “me gustan las cosas como están y quiero verte”, sencillo fácil de entender… con aclaración “aunque me gustaría no sentir que a la más mínima cagada, vas a tirarte a los brazos de cualquiera de ellas”… se ofende.

¿Acaso es raro pensar que podría hacerlo?, al fin y al cabo, soy consciente de que está profundamente enamorada de su ex (la única a la que se refiere por su nombre propio) y ha admitido, en más de una ocasión: “fui infiel”, ¿por qué no iba a pasar ahora?

Dice que quiere cambiar… ¿soy un motivo o sólo una excusa?, ¿me ve diferente o simplemente se ha convencido de que lo soy?

¡Final del partido! (por lo menos del de la primera vuelta)

Confusión, Incertidumbre, Miedo y Saturación        4
                                                                     Yo           0

martes, 18 de enero de 2011

Soy Una Prepotente

Tras mi reciente... ruptura (si es que se puede llamar así), y para estrenar mi nueva soltería, cierta "amiga" (a la que probablemente retire la palabra) me sugirió que conociese gente nueva... vía chat.

Análisis del plan:

Ventajas: cómodo, gratis, sin compromiso y desde casa (hace frío, así que cuenta como positivo).

Desvantajas: todos los del chat están locos o, peor aún, como yo.
Después de buscar un alias que identificase mis intenciones ("nada_de_sexo"), olisqueé un poco el general y tras leer 18 veces "xoxo", 14 veces "tu ere jilipoya" y 6 veces "te hecho de menos", decidí hacer un llamamiento desesperado:

"¿hay alguien que sepa que "echo de menos" es sin H, y a quien le apetezca hablar un rato?"

En 20 segundos, una tal "xica_to_wapa" me abre un privado para llamarme: PREPOTENTE. Eso me dió que pensar... ¿es prepotente que pida un poco de lo que yo ofrezco?. Terminé con 21 años una carrera con la que el agente se lleva las manos a la cabeza y estaba trabajando incluso antes de eso, físicamente me cuido, me preocupo por estar al día en cuanto a noticias y devoro todo lo que tenga algo que ver con cine, libros y similares.

¿Es preferible la hipocresía y decir cosas como: "lo importante es que sea buena persona" o "no me importa el físico"?, ¿por qué es malo pedir a alguien que te aporte "algo" mentalmente?. Alguien que a:"¿a qué te dedicas?", no responda "a ná", y a "¿qué aficiones tienes tienes?" no respoda "no sé... salir".

En fin, supongo que este mundo no es para mí, si alguien conoce a otr@ prepotente, que me pase su messenger :p.

miércoles, 5 de enero de 2011

Querida D

Querida D:
Ya sé que prometí no escribir, más que nada porque te pedí que tú también dejases de hacerlo. No sé si es lo correcto, pero ahora mismo creo que es lo único medianamente útil para no terminar de destrozarnos mutuamente. En realidad esto no es faltar a mi promesa, porque jamás sabrás que te he escrito.

Echo mucho de menos tus besos y nuestros momentos de paz, pero sobre todo echo de menos a mi mejor amiga. Me gustaría contarte "de todo un poco", como siempre. Decirte que me han ingresado la nómina (y que ya estoy 260 euros más cerca de ser multimillonaria). Que me consueles porque este año Papá Noel no se acordó de mí (estoy por devolver los regalos de Reyes, aquí "o todos moros..."). Contarte que volver al mundo de las solteras es un caos...

Últimamente he conocido a mucha gente nueva, y en realidad me doy cuenta de que estoy mucho mejor (al menos aparentemente) que la mayoría de ellos. La mayor parte vienen destrozados, huyendo de no sé qué y pidiendo a gritos que les salven (sobre todo las mujeres). Algunas quieren mi cuerpo, otras mi mente y las más ilusas, mi corazón. Lo primero lo tengo muy cansado, lo segundo muy usado y a lo tercero le perdí la pista el día que te conocí. Así que básicamente mis nuevas relaciones duran lo que tardo en descifrar lo que esperan de mí, y suelto el correspondiente discurso.

Nuestro pequeño "contratiempo" me ha servido para algunas cosas positivas, como por ejemplo, para "reencontrarme" con C, compañera de facultad que abandonó su ensimismamiento perpetuo para sentarse a escucharme en mi peor momento. Y para valorar el apoyo continuo de I, a quien conozco desde hace años (fue el peor comienzo de amistad de la historia de la humanidad) y que, salvando las adversidades físicas y circunstanciales, siempre está para mí (no sé si leerás esto, enana, pero te adoro, me pareces la persona más fuerte del mundo y estoy muy orgullosa de ti).

Sinceramente, espero no tener que volver a escribirte, aunque no sé hasta que punto lo conseguiré.
Y como me dijiste una vez: "sigues siendo mi alma gemela".


Post ñoño donde los haya, pero tengo un mal día, intentaré que no se vuelva a repetir. Por cierto, gracias a todos los que comentais, siempre me hace ilusión cuando veo un comentario nuevo.

domingo, 2 de enero de 2011

La Teoría de los Vasos Comunicantes

Paranoias de mi mente, mirando hace un par de días la nueva jarra Brita que se han comprado en casa, me dió por pensar en algo que me explicaron en 3º de E.G.B. (más o menos): la teoría de los vasos comunicantes. 
Para quienes no sean grandes amantes de la física decir, que la teoría consiste en que Galileo un día se aburría y descubrió que cuando se echa un mismo líquido dentro de varios recipientes, que están unidos entre sí, la altura que alcanza el líquido en cada recipiente, acaba siendo la misma. Casi que se entiende mejor, mirando el dibujo:


Bueno, y todo eso, ¿a qué viene?. Pues viene a que últimamente, por una razón u otra, veo una aplicación directa de esta teoría a las relaciones personales (de cualquier tipo). A veces somos nosotros quienes aportamos el nivel más alto, y por lo tanto, quienes acabamos perdiendo. Y en otros casos, es al revés, y somos lo que me llamaron ayer: "un vampiro".

Soy consciente de que lo soy, pero también lo son quienes me rodean, con mayor o menor lujo de detalles, conocen el porqué de mi mirada ausente, mi sonrisa forzada y mis contestaciones monosilábicas. ¿Debo sentirme culpable por "dejarme querer"?, ¿por no pagar con la misma moneda?. Me escudo en que, a diferencia de lo que me ha pasado a mí, aviso de antemano de que lo que empieza acaba, y que no estoy en posición que cubrir las carencias de nadie. Aún así, sé que más de un@ tendrá una lista de cosas que echar en cara, tarde o temprano.

Probablemente sí que soy una vampiresa, pero es mejor posición que ir rellenando los vasos de los demás, ¿no?