Por alguna conjura de billetes sacados online para mi reciente viaje, me mandan a un vagón con un número diferente a los que tienen los vagones a los que suelo subirme. Cual es mi sorpresa al descubrir unos asientos SUPER amplios y SUPER cómodos, que están colocados individualmente en lugar de por parejas, como todos los que había visto hasta ahora (primera pista de que algo no iba bien).
Me siento y miro a mi alrededor... no hay ni una sola persona menor de 50 años, ni nadie que no vista un polo Lacoste o un traje de chaqueta que yo sólo podría pagar con dos sueldos (segunda pista). En mi ignorancia pienso: "esto pasa por coger el tren de las 8 de la mañana".
El tren arranca y los demás pasajeros se reparten en dos grupos: los que hablan por el movil (creo que soy la única que no tiene una Blackberry), y los que conectan sus portátiles y empiezan a hacer gráficas o escribir números. ¡Anda!, en mi asiento hiper cómodo hay una toma de corriente, ¿esto ha estado aquí siempre?... pero no tengo portatil... ¡ea, pues aprovecho para cargar el movil!. Mi inocente cerebro a las 8 de la mañana ndaba para más.
Cada 20 minutos, una azafata monísima pasa ofreciendo algo, algo que yo no cojo, por supuesto, no sea que me lo cobren que ya me parece sospechoso todo esto cuando he pagado sólo 50€ por el viaje.
Cuando el tren para, un azafato (que no sé si en trenes también se les llama así, pero se entiende) baja mi maleta de la repisa, y me desea una feliz estancia. Y al salir... ¡¡¡P!!!... ¿Preferente?, no, si ya decía yo, tan amables turista no son :p.
P.D.: Ahora tengo un poco de complejo de Paco Martínez Soria, en "la ciudad no es para mí", es lo que tiene salir poco del "pueblo".
Cada 20 minutos, una azafata monísima pasa ofreciendo algo, algo que yo no cojo, por supuesto, no sea que me lo cobren que ya me parece sospechoso todo esto cuando he pagado sólo 50€ por el viaje.
Cuando el tren para, un azafato (que no sé si en trenes también se les llama así, pero se entiende) baja mi maleta de la repisa, y me desea una feliz estancia. Y al salir... ¡¡¡P!!!... ¿Preferente?, no, si ya decía yo, tan amables turista no son :p.
P.D.: Ahora tengo un poco de complejo de Paco Martínez Soria, en "la ciudad no es para mí", es lo que tiene salir poco del "pueblo".
8 comentarios:
Jajaja, ahí hay que trincar todo lo que se pueda! Si te pones tonta te ofrecen hasta a la azafata que reparte caramelos!
Jajajajaja, pues que te quiten lo bailao! ;)
Estupendo Ardilla!!! lo que se consigue siendo madrugadora jajajaja.
Un beso
jajajaj, nunca es tarde si la dicha es buena! Aunque yo a tanto ofrecimiento hubiera preguntado: Cuánto es? Si costaba dinerito nada, pero te lo hubieras llevado por la jeta! xD
1besico ;)
Jajaja! A mi me pasó algo parecido comprando por Internet los billetes de autobús de uno de mis viajes! Y no veas la gracia que me hizo!!!
Un beso!
Pena que no piedieras de comer jajajajj
Tremenda potra muchacha! Ya te digo yo que el precio de semejante cariño en los aves es 103 dolorosos euros del ala.
¡¿Que te ofrecen a la azafata?!, Hormiga, tía, eso se avisa antes :p.
Charlotte, que miedo pasé, te podrías haber venido.
Reina, ya lo dicen: "quien madruga... lo encuentra todo cerrado", así que no sé, no sé.
Fiona, pero ¿y si te hicen "son 4 euros"?, ¿qué haces?, ¿dices: "ah, pues entonces no"?
Caparina, entonces confirmado, a veces internet te hace regalos insospechados.
Montse, ¿comida en un tren?, a mí me da que esos sandwiches son más atrezzo que comida.
Maeglin, si pillo otra oferta así, te hago una visita.
Besos a todos (que hoy estoy que lo tiro) :p
Publicar un comentario