Lo sé, es viernes, pero bien podría haber sido lunes, porque esto ha sido una pesadilla sin principio ni fin.
Me he levantado muerta de frío (ya pintaba mal del día) y he decidido entrar en calor con una ducha de agua hirviendo (grrrr, que gusto) pero, en casa han decidido enjuagar los platos de la cena de anoche, justo a esa hora, así que... se aceptan voluntarios para "darme friegas" en la espalda, que me la han dejado en carne viva.
Como siempre que llueve en esta santa ciudad, en la que no estamos acostumbrados al agua, he tardado 40 minutos hacer un trayecto en el que normalmente tardo 8. Para colmo, cuando llego a la oficina, toda empapada (porque soy tan inteligente que he olvidado el paraguas), y me encuentro a mi compañera tirada en el suelo:
- ¡¿Pero, mujer, qué haces ahí?!
- ¡Ay, niña!, que me he caido y creo que se me ha salido la rodilla.
- ¿Qué dices?
- Que sí, se ha vuelto para atrás, ven y tira de aquí.
- ¡¿Pero qué dices?!
- Que sí, que se mete sola.
- Que yo no te meto nada, hombre, que nos vamos al médico.
- Si es tirar un poquito
- ¡Que no, coño!, que tienes ahí un bulto que no es normal y da como "cosilla".
Media hora después, consiente y me deja lleve a urgencias donde lo primero que nos dicen es: "eso es en la primera planta".... sí, lo sé, ¿no han visto que la otra iba coja perdida?. Mi compañera busca el ascensor y... ¡oh, no!, ¡no tiene espejo!, no me lo puedo creer, seré una hipocondríaca, pero, joder, es que es como estar en una caja de pino... uyssss, ¿esto es hiperventilar?
Después de lo que me parecieron 4 minutos llegamos a la primera planta, ¿soy yo o los ascensores de los hospitales van muy lentos?. Y después de 3 horas salimos de allí, con todas las rodillas en su sitio y el color un poco más recuperado (las otras tres subidas, las hice por las escaleras).
Llegamos a la ofincina a las 13.45, ¡bien!, en un cuarto de hora me toca hacer el trabajo de toda la mañana, y como era urgente, pues acabo de llegar a casa, sin haber comido. Conclusión: en lo que queda de tarde no pienso moverme del sofá, ¿alguien se apunta a ver una peli bajo una mantita y a comer pipas?
Me he levantado muerta de frío (ya pintaba mal del día) y he decidido entrar en calor con una ducha de agua hirviendo (grrrr, que gusto) pero, en casa han decidido enjuagar los platos de la cena de anoche, justo a esa hora, así que... se aceptan voluntarios para "darme friegas" en la espalda, que me la han dejado en carne viva.
Como siempre que llueve en esta santa ciudad, en la que no estamos acostumbrados al agua, he tardado 40 minutos hacer un trayecto en el que normalmente tardo 8. Para colmo, cuando llego a la oficina, toda empapada (porque soy tan inteligente que he olvidado el paraguas), y me encuentro a mi compañera tirada en el suelo:
- ¡¿Pero, mujer, qué haces ahí?!
- ¡Ay, niña!, que me he caido y creo que se me ha salido la rodilla.
- ¿Qué dices?
- Que sí, se ha vuelto para atrás, ven y tira de aquí.
- ¡¿Pero qué dices?!
- Que sí, que se mete sola.
- Que yo no te meto nada, hombre, que nos vamos al médico.
- Si es tirar un poquito
- ¡Que no, coño!, que tienes ahí un bulto que no es normal y da como "cosilla".
Media hora después, consiente y me deja lleve a urgencias donde lo primero que nos dicen es: "eso es en la primera planta".... sí, lo sé, ¿no han visto que la otra iba coja perdida?. Mi compañera busca el ascensor y... ¡oh, no!, ¡no tiene espejo!, no me lo puedo creer, seré una hipocondríaca, pero, joder, es que es como estar en una caja de pino... uyssss, ¿esto es hiperventilar?
Después de lo que me parecieron 4 minutos llegamos a la primera planta, ¿soy yo o los ascensores de los hospitales van muy lentos?. Y después de 3 horas salimos de allí, con todas las rodillas en su sitio y el color un poco más recuperado (las otras tres subidas, las hice por las escaleras).
Llegamos a la ofincina a las 13.45, ¡bien!, en un cuarto de hora me toca hacer el trabajo de toda la mañana, y como era urgente, pues acabo de llegar a casa, sin haber comido. Conclusión: en lo que queda de tarde no pienso moverme del sofá, ¿alguien se apunta a ver una peli bajo una mantita y a comer pipas?
3 comentarios:
Sí pero tras semejante jornada que sea de esas optimistas que te dejan buen regusto al acabar. Nada demasiado profundo y aletargante. Un Indiana Jones o un Regreso al futuro sería lo suyo.
Yo me apunto, Indina Jones me vale.
Espero que tu amiga esté bien.
Besos Ardilla.
nada mas deprimente que los lunes... y los domingos por la noche!!
Publicar un comentario